las llaves de Roma


Roma ha sido siempre una ciudad que, desde sus orígenes cristianos, ha dado gran importancia a las llaves. Para empezar, las dos que Jesús entregó al príncipe de los Apóstoles, San Pedro, como se puede ver en una magnífica escena que pintó en una pared de la Capilla Sixtina, el célebre artista y maestro de Rafael, Perugino, en el 1483. Quizás por eso también desde hace mucho tiempo se conocen en la Ciudad Eterna, muchas historias y anécdotas sobre algunas puertas y sus cerraduras que parece que esconden secretos y maravillas que quizás pueda ser interesante descubrir en un itinerario totalmente original y fuera de los más típicos y conocidos.
Empezamos con la puerta más noble, ya que protege y da el acceso a una de las tantas propriedades privadas que en Roma tienen una de los Órdenes Militares más antiguos e importantes: la de los Caballeros de Malta. La plaza donde se encuentra esta puerta (Piazza dei Cavalieri di Malta) , un conjunto armonioso y muy tranquilo puesto entre árboles y casas de lujo de la colina Aventina, fue realizada durante el siglo XVIII (1765) por uno de los artistas más famosos de aquella epoca: GiovanBattista Piranesi.

La puerta es momumental y normalmente está siempre cerrada, pero afortunadamente dejan “espiar” a través de su cerradura algo que puede resultar realmente mágico!
En una perspectiva perfecta hecha con plantas, árboles y flores, aparece desde lejos y por el medio una pequeña fuente, la imagen de la Cúpula de la Basílica de San Pedro!
No se trata de una ilusión ni tampoco de una escenografía teatral: es el jardín que los Caballeros durante siglos han embellecido disfrutando de una terraza natural, la de la misma colina, y teniendo como vista la Cúpula de Miguel Ángel.Durante la primavera y el verano desde esta cerradura se ve algo muy parecido al paraíso terrestre!

- Desde la colina del Aventino, nos dirigimos hacia la colina del Esquilino y precisamente en la Piazza Vittorio Emanuele. Aquí justo en medio de un pequeño parque, se conserva el único monumento alquímico al mundo mejor conocido como la Puerta Magica.
Se trata de una puerta de mármol blanco que antes hacia parte de una villa realizada durante el siglo XVII por el Duca Massimiliano Palombara. En esta villa estaban incluidas también las grandiosas ruinas de una fuente romana de la época de los Severos (siglo III), de la cual hay ahora solo el impresionante “esqueleto” hecho de ladrillos (ya que todas sus decoraciones de estatuas fueron reutilizadas en el Renacimiento y puestas en la célebre balaustrada de la Plaza del Capitolio).
En la segunda midad del siglo XIX, durante los trabajos de urbanización del barrio, se añadió lo que quedaba de la residencia del Duca, sólo varios fragmentos de la Puerta Mágica, a la misma fuente clásica, creando un “híbrido” arquitectónico muy curioso y discutible.
Según cuenta la leyenda, el Duca un día, mientras estaba paseando por la zona del Letrán, tuvo una visión en la cual vio a San Juan que le revelaba los secretos alquímicos, de la Piedra Filosofal y, sobre todo, los del proceso que le habría permitido “transmutar” los minerales en oro. Fue para que no se olvidase de estas “fórmulas”, que el mismo Palombara decidió de tallar con letras latinas y hebraicas, con varios signos y símbolos mágicos y misteriosos, el marco de una puerta de marmol que evidentemente, en origen, daba acceso a un lugar secreto desaparecido.
Hoy después de varios siglos, ¡La formula mágica no ha podido ser descifrada!
- Desde el Esquilino llegamos a la cercana Basílica de San Juan de Letrán “Madre y Cabeza de todas las iglesias de Roma y del Mundo”, como dicen dos inscripciones que hay al lado de la entrada principal.
Justo en el atrio de la misma Basílica está la puerta central de bronce, majestuosa, que rapresenta una de las pocas originales de época romana que se conservan en la ciudad. Los dos batientes remontan al siglo III-IV y antes permitian el acceso a uno de los lugares más importantes del Foro: la Curia, donde se reunían los senadores.
Fue durante el pontificado de Alejandro VII Chigi, precisamente en el 1660, que se trasladó esta puerta en el lugar actual y, ya solo después de unos años, nació una curiosa costumbre popular que sigue existiendo hoy en día. Practicamente todas las futuras madres la tocan con la esperanza de dar a la luz un hijo varón, ya que por esa puerta pasaron los hombres más importantes de la Roma antigua.
Es por eso que, a una altura de 1,5 mt, se ve que la superficie de bronce ha cambiado de color.
- Bajando hacia la zona arqueológica más famosa de Roma: el Foro. Allí en la Vía Sacra hay un templo conocido con el nombre de “Templo de Rómulo”, en realidad dedicado en el siglo IV no tanto al mítico fundador de la ciudad, sino al hijo divinizado del emperador Majencio, que se llamaba Rómulo, que muestra en perfectas condiciones su puerta original de bronce.
Cuando los arqueólogos la descubrieron, se dieron cuenta que era un milagro, ya que casi todas las que estaban en la zona del Foro, habían sido destruidas o reutilizadas durante los siglos de la epoca medieval y renacentista. Lo curioso es que hicieron también una prueba para ver si la cerradura, “vieja” de más 1700 años todavía funcionaba. El resultado fue que la llave, creada para hacer la prueba, entraba y salía sin problema cerrando los dos batientes perfectamente. Es evidente que no solo la Ciudad es eterna...

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1 comentario:

  1. ¡1700 años! Ya no hacen las llaves como antes... ¡Excepto en llaves JML!

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